Cuando se establece una relación de mutua confianza se está firmando un pacto y quien lo incumple hace fraude; la estafa es especialmente grave cuando uno se aprovecha de que el otro confía.Toda nuestra existencia gira entorno a la confianza/desconfianza en los otros, y también en nosotros mismos.
La confianza implica reciprocidad y la vamos depositando en el otro al comprobar que no somos defraudados y, al mismo tiempo, porque experimentamos que también somos objeto de confianza. Esperamos, porque estamos convencidos de que vamos a recibir. Damos, porque a nosotros nos han dado. El egoísta, el que solo pide, el que recibe y nunca da, acaba con la relación.
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